✨UX/UI Case Study

Shekina app

Una app para fortalecer el vínculo de las personas con su comunidad, sin importar la distancia ni el nivel de experiencia digital

resumen

Shekina App nació de una necesidad muy concreta de una iglesia local con una comunidad global de usuarios. En un contexto post-pandemia, donde la digitalización ha transformado la manera en la que nos conectamos, muchas organizaciones se han visto obligadas a reinventarse para no quedarse atrás. Este proyecto se propuso como una solución sencilla, intuitiva y accesible para facilitar la entrega de reportes, centralizar información y mejorar la comunicación interna. Pero también fue una manera de demostrar que la tecnología puede estar al servicio de comunidades que, muchas veces, son pasadas por alto.

TIMEFRAME

3 meses (desde la investigación inicial hasta la entrega de prototipo validado y testeado)

MI ROL

Diseñadora UX/UI, UX Research, Visual Designer

HERRAMIENTAS

Figma, Notion, Google Forms, Whimsical, Illustrator, Zoom

INVESTIGAR

Uno de los aprendizajes más valiosos fue escuchar de cerca a los usuarios. Conocí a Silvia, una mujer de 42 años que lleva años sirviendo en su comunidad, pero que sufre a diario con herramientas como el correo electrónico. A pesar de su entusiasmo, se sentía frustrada por no poder adaptarse con facilidad a las nuevas formas de trabajo. También estaba Aitor, un joven que, aunque está muy familiarizado con la tecnología, no encontraba un medio que le permitiera mantenerse conectado desde la distancia. Ambos representaban extremos opuestos de un mismo problema: la falta de una herramienta inclusiva, funcional y sencilla.

EMPATIZAR

Antes de diseñar, era fundamental entender a fondo el problema. Me sumergí en un proceso de investigación documental y exploratoria, revisando cómo otras comunidades gestionaban sus flujos de información y qué tipo de soluciones digitales ya existían. Aplicaciones como Hillsong Church, Future Church o New Hope ofrecían modelos interesantes, pero también repetitivos y poco personalizados. A través de notas periodísticas y estudios recientes, confirmé que la pandemia fue un punto de inflexión que aceleró la transformación digital de estas comunidades.

DEFINIR

Con estos hallazgos, definí un objetivo muy claro: desarrollar una aplicación móvil centrada en el usuario, que permitiera enviar y recibir reportes sin fricciones, acceder a reuniones, consultar información relevante y comunicarse de forma clara y ordenada. Todo esto, sin depender de otras plataformas externas ni requerir conocimientos técnicos avanzados.

CONCEPTUALIZAR

La idea empezó a tomar forma como un sistema híbrido, capaz de adaptarse tanto a las necesidades cotidianas como a los nuevos hábitos digitales. Para organizar toda la información, realicé un cardsorting abierto con 10 usuarios, lo que nos ayudó a entender cómo agrupaban y nombraban las funciones. Así definimos categorías claras, como “Conecta”, que reúne reuniones y mensajes en un solo lugar, usando un lenguaje sencillo para que cualquiera pueda entenderlo. Con esta base, diseñé user flows que guiaban a los usuarios paso a paso para que puedan navegar sin dificultades, desde asistir a una reunión hasta enviar reportes, asegurando una experiencia intuitiva y accesible para todos.
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DISEÑAR

La fase de diseño comenzó con wireframes interactivos, que luego fueron testeados con usuarios reales. Fue un proceso muy enriquecedor: 5 de 5 usuarios lograron acceder a una reunión online sin problema, aunque 2 de ellos no encontraron con facilidad la sección de reportes. Este feedback permitió mejorar la navegación y replantear algunas etiquetas y flujos. Se planteó también una pantalla de confirmación al finalizar un reporte, un sistema de notificaciones, una división entre reuniones online y presenciales, y la posibilidad de crear un área privada para miembros activos.

conclusión

Shekina App representa un esfuerzo sincero por acercar la tecnología a personas que, por distintos motivos, la perciben como una barrera. Me llevó a empatizar de forma profunda con realidades muy distintas a la mía, y a crear una herramienta que responde no solo a necesidades funcionales, sino también emocionales y humanas. La transformación digital no tiene por qué ser impersonal ni estándar: puede y debe adaptarse a cada comunidad.